Friday, July 29, 2011

Ta-te-ti

¿Qué hace Daniel Filmus, sociólogo e intelectual, en una banca senatorial y empeñado por segunda vez en un cuatrienio en alcanzar la jefatura del Gobierno porteño, sin que sus antecedentes en la órbita estatal capitalina parezcan bastarle para ocupar el codiciado sitial del Lord Mayor de la Reina del Plata? ¿Qué hace allí un Filmus más recomendable para el ministerio de Educación, la embajada argentina ante la UNESCO o la dirección de la Biblioteca Nacional?
Aclaro que voté por Filmus en el balotaje comicial porteño de 2007 y la primera ronda electoral capitalina del mes en curso. Aclaro que pienso votarlo en la inminente segunda vuelta comicial porteña de este mes. Pero confieso que lo voté (y votaré) para no apoyar la elección (o reelección) del actual jefe de Gobierno porteño, ingeniero Mauricio Macri, cuya óptima gestión al frente de mi querido Boca Juniors nunca me pareció motivo suficiente para contribuir, mediante mi voto, a ungirlo jefe de Gobierno. Voté por Filmus por el mismo motivo que tuve para apoyar, mediante dos de mis votos de 2003, la reelección de su ex patrón Aníbal Ibarra, posteriormente desgraciado por la tragedia de Cromañón. En 2000 yo había votado a Ibarra para el mismo cargo, para impedir el retorno al poder del nefasto Domingo Cavallo, postulado en dicha ocasión para la jefatura del Gobierno porteño. Voté por Ibarra porque no quería que ganara Cavallo o Macri. No quería repetir los errores electorales implícitos en mis votos de 1994, 1995, 1997 y 1999, que contribuyeran a la reelección presidencial del polémico Carlos Menem y al ascenso de ese esperpento político que resultó ser la Alianza.
En 2000 yo no quería que ganara Cavallo. Y, por dicho motivo, voté por Ibarra, pese a ser el candidato de una Alianza que empezaba a decepcionarme profundamente a nivel político. Tal como en 2007 y 2011 voté (y votaré) por Filmus porque no deseaba (ni deseo, ni desearé) un triunfo electoral de Macri, para ningún cargo público. Pero no porque considerara a Ibarra más capaz que a Cavallo o Macri, o considere a Filmus más capaz que a Macri. O porque considere secundaria la capacidad de un individuo. Sin duda, todo ser humano tiene capacidad, pero la tiene para determinadas funciones, no para todas las funciones. Filmus, Macri e Ibarra tienen un rasgo en común: ninguno de los tres reúne el perfil requerido para ejercer la jefatura del Gobierno porteño, aunque Ibarra fuese electo para ese cargo en dos oportunidades y Macri parezca estar a punto de igualarle en lo tocante a esa cuestión, frente a un Filmus aparentemente destinado a fracasar por segunda vez en sus intentos por alcanzar la jefatura del Gobierno porteño, lo cual tornaría teóricamente aconsejable que Filmus desistiera definitivamente de ocupar la máxima magistratura capitalina, aunque se lo pida una figura pública de la talla de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Llevo muchos años votando por Fulanito para que no gane Menganito. Ese multiple choice comicial empieza a cansarme. El voto es algo demasiado serio como para convertirlo en un frívolo ta-te-ti.

Sunday, July 24, 2011

La venganza de Simón Boccanegra

En su ópera Simón Boccanegra, montada por estos días en el Teatro Colón, el compositor decimonónico italiano Giuseppe Verdi narra una historia de intrigas políticas ambientada en la Génova del siglo XIV. Su protagonista principal, el corsario Simón Boccanegra, se ha convertido en Dogo de Génova, cargo que ejercerá despóticamente durante veinticinco años. Boccanegra será finalmente eliminado por su yerno Gabriele Adorno, designado Dogo por su suegro moribundo.
Hoy, mientras me deleitaba con la música de Verdi en el Colón, pensé, quizá antojadizamente, que no era casual que yo estuviese viendo una historia de intrigas políticas en un teatro del gobierno porteño en medio de la puja por la jefatura del Estado capitalino. La puja Boccanegra-Adorno me hizo pensar, salvando las distancias, en la puja Macri-Filmus por la primera magistratura porteña.
Como Adorno con Boccanegra, Daniel Filmus lleva mucho tiempo ilusionado con reemplazar a Mauricio Macri en la jefatura del gobierno porteño. Sin que Macri persiga a sus opositores políticos (como Boccanegra). Sin que Filmus pretenda eliminar a Macri (como Adorno a Boccanegra). Ya en 2007 Filmus intentó infructuosamente derrotar electoralmente a Macri en la lucha por la jefatura del gobierno porteño. En la primera vuelta electoral porteña de 2011, Filmus tampoco ha logrado vencer a Macri. Y todo parece indicar que tampoco lo logrará en el balotaje del 31 de julio.
Filmus, frustrado Gabriele Adorno porteño del siglo XXI, no logra vencer al Simón Boccanegra de la actual Reina del Plata. La actualidad política porteña no es la situación política genovesa del siglo XIV, signada por las luchas entre familias nobles y el conflicto entre güelfos y gibelinos. Pero, setecientos años después, las luchas políticas siguen a la orden del día en este país sudamericano, lleno, entre otras cosas, de individuos de sangre genovesa, como los residentes en las inmediaciones de ese Club Boca Juniors meritoriamente presidido, durante muchos años, por Mauricio Macri. A miles de kilómetros de Génova, Simón Boccanegra parece haber consumado, siete siglos después, su venganza sobre Gabriele Adorno.

Wednesday, July 20, 2011

Amistad clientelar

Amicus certus in re incerta. Amigo seguro en negocio incierto. Ese era el lema de la banca multinacional suiza Arlequin et Cie., imaginada por el escritor australiano Morris West en su novela Arlequin, ambientada en el incierto mundo de las empresas multinacionales del decenio de 1970.
Amigo seguro en negocio incierto. Alejándonos momentáneamente del mundo explorado por West, podemos afirmar, en este Día del Amigo, que allí radica el valor de una amistad firme en el muy incierto mundo actual, donde la amistad vitalicia y otras pretéritas certidumbres saben lamentablemente a fósil de museo.
La actual Humanidad habita un mundo volátil y contradictorio, regido por la urgencia y paradójicamente empecinado en prolongar la vida humana.
La amistad no es ajena a dicha volatilidad. Atrás parecen haber quedado “los amigos de toda la vida”. Atrás parecen haber quedado ciertas delicias del ayer, como la amistad de medio siglo entre Julio Argentino Roca y Artemio Gramajo, gozosamente recreada por Félix Luna. Cada Día del Amigo enviamos e-mails de salutación a individuos probablemente calificables de personas de bien, aunque dudosamente definibles como amigos. Pedimos ser aceptados como “amigos” en Facebook a personas que apenas conocemos.
Seguramente, los “amigos” de Arlequin et Cie.no eran sino clientes. Los “amigos” del mundo actual se asemejan más a la clientela de un banco suizo que a ese hermoso hecho humano denominado amistad y mancillado por la hipermercantilización mundial de las últimas décadas, antológico atentado contra los más nobles valores humanos. La amistad incondicional del ayer (asumiendo que haya existido) parece haber sido destronada por la amistad clientelar de hoy. ¿Recuperará su trono?

Monday, July 18, 2011

Homo, hominis lupus

Sólo una cosa no hay. Es el olvido.
Dios, que salva el metal, salva la escoria
y cifra en Su profética memoria
las lunas que serán y las que han sido.

Ya todo está. Los miles de reflejos
que entre los dos crepúsculos del día
tu rostro fue dejando en los espejos
y los que irá dejando todavía.

Y todo es una parte del diverso
cristal de esa memoria, el universo;
no tienen fin sus arduos corredores

y las puertas se cierran a tu paso;
sólo del otro lado del ocaso
verás los Arquetipos y Esplendores


Jorge Luis Borges

Diecisiete años después del feroz atentado a la AMIA, la publicidad callejera de la mutual judía llama a atentar contra el olvido. Lo hace de pleno derecho. Perder vidas no es asunto baladí para un pueblo judío que perdió a seis millones de sus hijos en el Holocausto.
La muerte y trato injustos han sido una constante en la vida judía desde sus inicios. En el siglo XIII a.C., Moisés recibió el mandato divino de salvar a su pueblo del maltrato del Egipto faraónico contra el pueblo judío. En el siglo VI a.C., el rey babilónico Nabucodonosor II destruyó el primer templo de Jerusalén, construido cinco siglos antes por Salomón, e impuso a los judíos ese cautiverio en Babilonia conmovedoramente evocado por el coro Va pensiero de la ópera Nabucco de Giuseppe Verdi.
Faraones, reyes babilónicos, representantes del poder imperial romano, de la Iglesia medieval, de la Inquisición, de los zares rusos, del nazismo. Siempre alguien maltrató al pueblo judío.
Es contra ese olvido que el pueblo judío y sus amigos goyem deben luchar. Contra el olvido de la injusticia de la Humanidad para consigo misma. Homo, hominis lupus, decían los antiguos romanos. El hombre, lobo del hombre. Que dicho hombre sea reemplazado por un hombre amigo de sí mismo. La luctuosa efemérides judeo-argentina del 18 de julio, brutalmente instaurada hace 17 años, es ocasión harto propicia para subrayar el carácter imprescindible e impostergable de dicha metamorfosis humana.

Sunday, July 17, 2011

La belleza de la ingenuidad

Escribe una bloguera de La Nación.com: "mi bebe y sus primeros ajo...o la primer carcajada que largo el otro dia, la cara de mi marido cuando se entero que estaba embarazada,mis abuelos sanos y hermosos como los recuerdo siempre, mis papàs juntos, la primera vez que mi sobrino me dijo tia!....le agregaria en fin mis mejores recuerdos que con el paso del tiempo se ban borrando los prenderia ahi con un alfiler para tenerlos siempre cerca, al alcance de la mano para cuando tengo un dia malo y necesito recordar la maravillosa vida vivida!"
Pienso lo mismo que esa bloguera. A una de mis abuelas la tuve 5 años en un geriátrico, con un deterioro psicofísico progresivo, hasta que falleció. Pero prefiero recordarla como la tuve hasta mis 31 años, llena de ganas de vivir. Con eso no falto a la verdad. Como tampoco falto a la verdad cuando paso revista a mis muchos buenos recuerdos de mis demás abuelos. O cuando veo a mis padres hoy, ya entrados en años, pero optimistas y con 47 años de vida en común en su haber (2 de noviazgo y 45 de matrimonio). O cuando veo a mi hermana embarazada de mi primer sobrino. Es el milagro de la vida. La clave de la felicidad. Quizá suene ingenuo. Pero... ¡es tan lindo permitirse alguna ingenuidad! Tirarnos a astutos puede volvernos amargos y escépticos.

Friday, July 15, 2011

La misteriosa Buenos Aires

Días atrás, el triunfo macrista en la primera vuelta de los comicios porteños impulsó a Fito Páez, cantautor rosarino radicado en la capital argentina hace muchos años, a criticar con humorística severidad la idiosincrasia porteña en una nota de contratapa del matutino capitalino Página/12. El muy comentado análisis de Páez fue refrendado enfáticamente por el veterano historiador revisionista Norberto Galasso y rechazado con relativa suavidad por el filósofo macrista Alejandro Rozitchner. Acertado o no, lo indudable es que a Páez le cuesta entender a los porteños. A mí también. Y eso que, a diferencia de Páez, soy porteño. No es casual que Manuel Mujica Láinez publicase, décadas atrás, un libro titulado La misteriosa Buenos Aires y contenedor de cuentos ambientados en Buenos Aires entre mediados del siglo XVI y principios del siglo XX. No es casual que, a mis 23 años, desistiese de leer íntegramente La cabeza de Goliat, el célebre ensayo sobre Buenos Aires publicado por Ezequiel Martínez Estrada en la década de 1930. Casi dos décadas después, evoco los fragmentos de Martínez Estrada por mí leídos, a la luz del nada académico análisis de Páez. Y concluyo que no pude terminar de leer La cabeza de Goliat porque no me gustaba. Y no me gustaba porque no la entendía. Y no la entendía porque, como Martínez Estrada, no lograba (ni logro) entender a mi ciudad natal. Por algo Mujica Láinez la calificó de misteriosa. Porque mi ciudad natal es, efectivamente, un misterio. Casi tan inescrutable como los misterios de Dios.
Buenos Aires sueña con un frac siendo (o habiendo sido) capital de un país desnudo. La expresión "país desnudo que sueña con un frac" es una descripción de la Argentina propuesta por Julio Cortázar, cuyos cuentos de juventud están ambientados en Buenos Aires. Basta con cruzar el Riachuelo y recorrer unas pocas manzanas del partido de Avellaneda para percibir el contraste entre otras comarcas argentinas y su capital nacional.
Buenos Aires es un misterio difícil de descifrar. Y por eso cuesta tanto entenderla y disfrutarla. El triunfo macrista acentúa el carácter misterioso de la Reina del Plata, frecuentemente rodeada de Cenicientas.

Tuesday, July 12, 2011

Cosmovisiones alternativas

En su película A Outra Margem (El otro lado), de 2006, el cineasta portugués Luís Filipe Rocha narra la historia de Ricardo, homosexual y transformista sexual en un cabaret de Lisboa, quien intenta infructuosamente quitarse la vida a raíz del suicidio de su novio. Su crisis personal le permite reencontrarse con su hermana María y conocer a su sobrino Vasco, ambos domiciliados en la pequeña localidad rural portuguesa de Amarante, terruño natal de Ricardo. Como su hermano, María conlleva un difícil status social: es madre soltera de un adolescente con síndrome de Down. En Amarante también vive José, padre de María y Ricardo. Campesino chapado a la antigua, viudo de la madre de sus hijos, con prejuicios acentuados por su avanzada edad, a José le cuesta aceptar los destinos existenciales de sus descendientes. Quizá los asumiera mejor si aceptase su pertenencia al círculo de los ancianos, frecuentemente tan maltratado como los círculos de pertenencia de sus hijos y su nieto. El imprevisto retorno de Ricardo a Amarante agría aún más el mal carácter de José, quien se niega a recibir a Ricardo aduciendo que este último no honró un compromiso matrimonial con una vecina (que ha permanecido soltera), ni concurrió al sepelio de su madre, aunque Ricardo pueda aducir en su defensa el haberse enterado de la defunción de su progenitora cuatro meses después de la producción del deceso. Al intentar reacercarse a su progenitor, Ricardo debe contentarse con un breve y encrespado diálogo con su padre, quien le atiende de mala manera desde la margen opuesta del río que bordea la granja de José. Se consuela llevando a Vasco a vivir en Lisboa, estudiar teatro en una escuela actoral lisboeta para víctimas del síndrome de Down, presenciar las actuaciones de Ricardo en la capital portuguesa y esparcir a la vera de una carretera rural las cenizas de su amante, cuyos padres las han rechazado.
A Outra Margem remite a una problemática muy actual: la del avance de las cosmovisiones alternativas sobre cosmovisiones tradicionales, a menudo prejuiciosas y aún fuertes, pese a la innegable liberalización cultural expandida a escala planetaria desde la década de 1960. José simboliza la reacción contra las cosmovisiones alternativas, aceptadas con mayor benevolencia por sus hijos. José ya es viejo y algún día morirá, como fallecerán otras personas de su generación, aferradas, por convicción o tradición, a cosmovisiones reñidas con una cambiante realidad histórica.