Monday, November 23, 2009

Sandro, Sandro, el maravilloso mito

No soy fanático de Sandro. En un argentino varón eso sería sospecha de homosexualidad, según los absurdos preconceptos que han atenazado durante décadas nuestra evolución como nación. Tampoco conozco a fondo su obra y trayectoria. Percibo, eso sí, la fuerza del mito Sandro.
En 1996, mi cuñado y yo acompañamos a mi madre, mi hermana y la secretaria de mi madre a un recital de Sandro en el Gran Rex. La multitudinaria y fervorosa concurrencia era muy mayoritariamente femenina. Apareció el Gitano en escena. Era evidente que ya había dejado atrás sus años mozos. El taxista que nos condujo de regreso a La Boca, donde vivíamos por entonces, atribuyó al astro popular la ingesta diaria de una botella de whisky y 60 cigarrillos. Nunca me he fiado mucho de la objetividad del discurso del taxista porteño, pero por algo necesitaba el Gitano un transplante de corazón y pulmón.
Pero aquí no pretendo exaltar los méritos artísticos de Sandro, ni analizar su problemática existencial. No soy la persona más indicada para ello. Pretendo subrayar la fuerza del mito Sandro.
Los argentinos somos mitómanos por idiosincrasia. Desde el poder o desde el llano, hemos mitificado, generación tras generación, a figuras tan heterogéneas como José de San Martín, Manuel Belgrano, Juan Manuel de Rosas, Domingo Faustino Sarmiento, Leandro Alem, Hipólito Yrigoyen, Carlos Gardel, Evita y Juan Domingo Perón, Arturo Illia, Juan Manuel Fangio, Diego Armando Maradona, Raúl Alfonsín, Rodrigo Bueno. Y a Sandro. Necesitamos del mito como del oxígeno. Aunque el Maradona actual diste, en términos personales y futbolísticos, años-luz del Maradona de 1986, necesitamos desesperadamente pensar que el Diez no ha cambiado en absoluto con los años, aunque la cruel realidad revele lo contrario.
Debo aclarar que no escribo estas líneas imbuido de un espíritu iconoclasta. No odio a Sandro. Y espero que se recupere pronto. Simplemente, me maravilla la fuerza de su mito, iniciado en la década de 1960 y prolongado en todo su vigor hasta la actualidad.

0 Comments:

Post a Comment

<< Home