Sunday, October 18, 2009

Una mujer, una madre

"La madre es para el hombre la encarnación de la Providencia", reza una hermosa frase, estampada por Domingo Faustino Sarmiento en Recuerdos de provincia y seguramente inspirada por el afecto del controversial sanjuanino por su progenitora Paula Albarracín. Algunas décadas después, José Hernández puso en boca de Martín Fierro la siguiente alusión a las mujeres: "Yo alabo al Eterno Padre/No porque las hizo bellas/Sino porque a todas ellas/Les dio corazón de madre".
Conocido es el apego de Carlos Gardel por su madre, doña Berta. En su mocedad, el Zorzal Criollo había conocido a José Betinotti, cuya célebre payada sobre la madre debió tararear alguna vez el Morocho del Abasto: "Pobre mi madre querida/Cuántos disgustos le daba/Cuántas veces escondida/Llorando lo más sentida/En un rincón la encontraba". Hace menos años, otro cantor de nuestros pagos, Pappo, sentenciaba severamente desde el pentagrama: "Nadie se atreva/A tocar a mi vieja/Porque mi vieja/Es lo más grande que hay".
María Eva Duarte de Perón, fallecida de cáncer uterino, jamás fue madre, pero la iconografía peronista se complacía en exhibirla como madre espiritual de todo niño argentino. Durante la década de 1960, en pleno furor feminista, Quino incluyó, entre las viñetas de su inmortal Mafalda, a una Susanita empecinada en una encendida defensa del rol tradicional de la mujer, con especial hincapié en la maternidad.
Durante el Proceso de Reorganización Nacional, las Madres de Plaza de Mayo desafiaron una implacable represión desde su condición maternal, desde su indeseado status de progenitoras de detenidos-desaparecidos. En la Argentina del periodo 1995-2002, inmersa en la prolongadísima debacle del neoliberalismo, muchas madres, cónyuges de desocupados, asumieron valientemente ese rol de sostenes de hogar tradicionalmente confiado al varón. La ex Primera Dama Hilda Chiche González de Duhalde, madre de familia, desempeñó un rol destacado en tan urticante contexto, al promover el status de manzanera, frecuentemente recaído en progenitoras del Gran Buenos Aires sumidas en triste condición. Por estos años, otras madres del conurbano bonaerense combaten valientemente el flagelo del paco. En diciembre de 2007, asumió la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, cuyo distinguido curriculum vitae incluye la maternidad.
La femineidad no se agota en la maternidad. No todas las mujeres están destinadas a ser madres. Pero la maternidad constituye una parte importante de la condición femenina. En este Día de la Madre, podemos, en cierto modo, equiparar a la femineidad con la maternidad.

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