Wednesday, August 18, 2010

¿La calle es de todos?

De su primer periplo europeo, efectuado en 1980, mi madre trajo un libro infantil ilustrado, en lengua italiana, destinado a mi hermana, que contaba entonces ocho años y asistía a una escuela primaria estatal con italiano como segundo idioma. Nada recuerdo del itálico volumen. Sólo su título: La strada é de tutti ("La calle es de todos").
"La calle es de todos"... En la Buenos Aires de 2010 debe escribirse esa frase entre sendos signos de interrogación.
Algunos botones de muestra. Empiezo a escribir estas líneas en mi querida confitería Zoe, en Córdoba y Azcuénaga. Se acercan las cuatro de la tarde de un miércoles. Desde mi mesa, contemplo el endemoniado tránsito vehicular de la zona. Colectivos, utilitarios, taxis, vehículos particulares, motocicletas, bicicletas... Por la cercana Plaza Houssay debe haber fanáticos de la patineta y del monopatín. Quienes pueden rehúyen el caos del asfalto en veloces trenes subterráneos. En pocas horas estaré de regreso en mi barrio, en cuyo perímetro e inmediaciones hay que cruzar la calle con una prudencia poco argentina. Bajadas de autopista, avenidas de tránsito pesado o liviano fluido, cruces ferroviarios...
¿La calle es de todos en la Buenos Aires de 2010? ¿Una ciudad de 200 kilómetros cuadrados, poblada por tres millones de almas y con un rodado patentado per capita? ¿Ha de extrañarnos que el ministro Florencio Randazzo pretenda que los colectivos porteños usen GPS? Hay que ordenar de algún modo el caos callejero.
En esta época virtual, el ciberespacio parece ser de todos. Pero no parece claro que ocurra lo mismo con la calle, inventada mucho antes que la Internet. Ya había calles en la Roma de Cicerón y Julio César. Pero no había transportes motorizados en la Ciudad Eterna del siglo I a.C. Cicerón y Julio César iban al Senado en carros tirados por caballos o literas portadas por esclavos. Nuestros senadores van a la Cámara Alta en automóviles oficiales. Su austero predecesor Lisandro De la Torre lo hacía en tranvía. O sea, no contaminaba.

0 Comments:

Post a Comment

<< Home