Monday, October 13, 2008

Tarjeta de visita

En 1997, habiéndome embarcado en un frustrado negocio de fotografía social, hice imprimir mi primer tarjeta de visita. Por entonces no tenía celular, ni mail, ni blog. De la imprenta retiré un puñado de cartulina blanca con mis datos "clásicos" (nombre, apellido, domicilio, código postal, teléfono fijo) impresos en la consabida tinta negra. Esa fue mi primer tarjeta de visita.
En 2000 hice imprimir la segunda. No guardaba grandes diferencias respecto de la primera. Aún no tenía celular, ni blog. Compartía con mi padre un mail sin banda ancha a nombre de mi progenitor, que hice mencionar en mi nueva tarjeta de visita.
En 2001 me mudé, tras haber vivido 28 años en la misma dirección. Difundir mis nuevos datos en forma verbal habría sido una tortura china. Nueva visita al imprentero. Actualización de domicilio, código postal y teléfono fijo. Seguía sin celular y sin blog.
En 2003, nueva actualización de tarjeta de visita. Me habían cambiado el número de teléfono fijo y ahora tenía un mail propio de banda ancha. El aggiornamento era forzoso.
En 2006 contraté mi primer celular, tras haberme resistido tenazmente, durante añares, a tener ese aparatito diabólico, la gran maldición de nuestros tiempos. Una docente mía me hizo abrir este blog. Resultado obvio: nueva actualización de tarjeta de visita.
Semanas atrás, el cararrota de mi antiguo servidor de telefonía móvil me obligó a prescindir de sus servicios. Por supuesto, cambié de compañía y número. Paralelamente, otra docente mía me hizo abrir una segunda cuenta de correo electrónico. Huelga decir que deberé visitar nuevamente al imprentero.
¡Qué tiempos aquellos, en los que no sentía la necesidad de utilizar tarjetas de visita, en los que habitaba un mundo sin personal computers, sin celulares, sin blogs, sin mails! ¡En los que tuve durante añares la misma dirección, en los que sólo me cambiaron una vez la característica de mi teléfono fijo! Eran tiempos con ciertas desventajas; no lo niego. Pero también con cierta inocencia. De esa sana inocencia de lo perdurable. Espero no perderla en el impiadoso régimen de lo efímero autoimpuesto por la actual Humanidad.

2 Comments:

Blogger trich said...

ernest: cada tanto que puedo leo.., y me encanta como escribis...yo que te conozco desde la infancia...(y ya escribias.., te acordas??) puedo decir que tenes un talento sin parangon y que leer tus cosas, ficcionadas o documentales o biografiadas siempre es un placer y que es como estar con vos un rato... Abrazo grande.. Renato. PD use la cuenta de mail de astrid para comentar.

4:03 AM  
Blogger trich said...

ernest: cada tanto que puedo leo.., y me encanta como escribis...yo que te conozco desde la infancia...(y ya escribias.., te acordas??) puedo decir que tenes un talento sin parangon y que leer tus cosas, ficcionadas o documentales o biografiadas siempre es un placer y que es como estar con vos un rato... Abrazo grande.. Renato. PD use la cuenta de mail de astrid para comentar.

4:03 AM  

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