Monday, January 08, 2007

Sepa el pueblo votar (II)

Entre mis dieciséis y dieciocho años (1986-1988) fui marcadamente "antipolítico". Concebía a los políticos como viles estafadores proclives a medrar miserablemente con la buena fe de su conciudadano promedio. Promovía a voz en cuello el voto en blanco o por candidatos irrelevantes.
El 14 de mayo de 1989 emití mi primer voto. Mi padre me acompañó a mi centro de votación y alabó mi primer acto cívico serio. Entonces comprendí que mi voto podía contribuir a alterar positivamente el devenir histórico. Y me hice el firme propósito (mantenido hasta la fecha) de no votar jamás en blanco. Si podía tener una opinión, ¿por qué no expresarla mediante mi voto? Algunos años después, también decidí abstenerme de votar a candidatos irrelevantes e incapaces de tener en sus manos la herramienta transformadora invariablemente implícita en la posesión del poder político.
En este 2007 muchos argentinos emitirán su primer voto, como lo hiciese quien suscribe dieciocho años atrás. A la luz de mi experiencia me permito aconsejarles que no voten en blanco, que no voten como quien cumplimenta una simple formalidad administrativa, que no caigan en la puerilidad de votar candidatos insignificantes o de alejarse premeditadamente más de 500 kilómetros de su centro de votación para ser legalmente eximidos de la obligación del sufragio, como si esto último beneficiase a alguien. Bien decía Sarmiento: "Quien no se interesa por la política tiene un castigo, que consiste en aguantar la política que hagan los demás". Pensemos y opinemos. Votar es expresar nuestro punto de vista y vigorizar nuestra democracia, otrora tan vapuleada.

0 Comments:

Post a Comment

<< Home