Sunday, June 24, 2007

Curso "Historia del Arte (desde 1950 hasta hoy)". Cuarto encuentro

Cuarto encuentro. Miércoles 21 de junio de 2007

Arte conceptual, arte minimal y land-art. En 1969, Keith Arnall preconizó la "desaparición del objeto", otorgando mayor importancia a la idea que a la estética. Según esa perpectiva, la obra de arte es importante en sí, pero también lo es la personalidad del artista.
Si bien nunca se autodefinió como un artista conceptual, Marcel Duchamp fue, a su modo, un precursor del arte conceptual, al desplazar la faceta procesual de la creación artística por la idea implícita en la misma. El dadaísmo y surrealismo (políticamente vinculados a movimientos políticos revolucionarios) se enlazan con el anticipo del arte conceptual implícito en Duchamp, en quien el aspecto ideico y transgresor predomina sobre todo aspecto sensible.
Joseph Cornell (1903-1972) denota una cierta impronta dadaísta y surrealista y recuerda a su público la gran variedad de materiales empleados en el arte conceptual. Cornell acusa un importante componente lingüístico y tautológico. Robert Rauschenberg también anuncia el arte conceptual.
El francés Yves Klein denota una cierta proclividad a la monocromía, plasmada en obras con un cierto componente ideico. Klein desarrolló el concepto de zona de sensibilidad pictórica inmaterial, plasmado en obras de connotaciones mágicas.
Piero Manzoni (1933-1963) está considerado un pope del arte conceptual, aunque también puede vinculárselo al arte informal, cuyos límites con el arte conceptual son tan difusos como los límites entre el arte minimal y el arte conceptual. El arte informal renuncia a las formas tradicionales. Manzoni fabrica objetos misteriosos, con una cierta connotación surrealista. Manzoni anticipa, a su modo, el arte hipercontemporáneo (o joven) de la Argentina actual. En Manzoni percibimos un importante componente burlesco, como lo revela su práctica del happening. En artistas como Manzoni, el aspecto estético desaparece totalmente. En Manzoni también percibimos un importante componente lúdico y desmitificador, amén de una cuota de esnobismo, signada por su desproporcionado valor comercial. Este último revela el aspecto idolátrico del arte de la segunda mitad del siglo XX, que también posee un aspecto museológico, ridiculizado por el franco-belga Marcel Broodthaers (1924-1976). Según Buchloh, Broodthaers repudia la conversión del arte en un objeto de especulación comercial alienado de su valor artístico propiamente dicho, situación ya perceptible en corrientes artísticas previas, como el surrealismo, creador de obras artísticas devenidas en objetos de consumo.
Joseph Beuys denota una cierta connotación fetichista, producto de su convivencia con los pastores de Crimea durante la Segunda Guerra Mundial. En Beuys, el objeto visual es soporte de una idea o concepto a expresar. En Beuys también percibimos un cierto simbolismo, implícito en su representación de lo inmaterial. En Beuys, el aspecto transformador del arte adquiere una cierta connotación mística y hasta mesiánica. Beuys es admirador de Rudolph Steiner, creador de la antroposofía. Según Beuys, todo ser humano es un artista que contribuye a una gran escultura social. En sus últimos años, Beuys denota un cierto interés por la ecología, incorporándola a su labor artística.
Según Kosuth, arte o idea de arte son la misma cosa. El artista conceptual no produce obras, sino ideas. Desde el impresionismo, pasa a primer plano el aspecto concreto de la realización de la obra artística, efectuándose un giro copernicano netamente expresado por el divisionismo, el suprematismo o el arte concreto, carentes de vínculos con la realidad fenoménica. Según Duchamp, el contexto legitimiza la producción artística. Entre los cultores del arte conceptual figura Barbara Kruger (1952), cuya estética recuerda la estética del decenio de 1950 y parece menos elitista que la estética de otros artistas.
Según Dan Flavin (1933-1996), mitad conceptual y mitad minimalista, el simbolismo se está volviendo insignificante, con la consiguiente desaparición de la obra artística autocontenida. En el minimalismo cuenta menos el objeto en sí que su creación en un espacio determinado.
Sol Le Witt (1928-2007) se acercó intelectualmente al arte conceptual, relegando la ejecución a un segundo plano. Sus serializaciones poseen formas simples y un muy limitado componente sensible. Le Witt cultivó el wall drawing y las variaciones. Según Le Witt, las ideas pueden ser obras de arte y no siempre se necesita expresarlas físicamente ni hacerlas proceder lógicamente. Le Witt destaca el aspecto puramente mental del concepto. Según Le Witt, el aspecto físico del arte es secundario. Le Witt fue pionero del minimalismo, verdadera antítesis de la monumentalidad característica del expresionismo abstracto.
En Carl André (1935), la expresión del aspecto sensible difiere respecto de la de Le Witt. André define su arte como materialista y apela a la horizontalidad para exhibir sus creaciones.
Según Donald Judd, en el arte lo importante es el objeto en sí. La producción de Judd posee una cierta connotación mistérica. Como buen minimalista, Judd cultiva la serialización, la horizontalidad y la repetición de formas.
A Robert Morris (1931) puede definírselo, ante todo, como un cultor de la anti-forma. Entre los minimalistas también cabe citar al escultor Richard Serra, quien otorga una cierta importancia a los materiales. Serra nos recuerda que la obra minimal resignifica el espacio de instalación de la obra de arte.
Bruce Nauman es un artista polifacético, cuya producción alude a la transformación de nuestra relación física con el espacio y denota un cierto componente burlesco. En Nauman se percibe (como en todo artista conceptual) un cierto alejamiento respecto del concepto tradicional del arte.
La producción solista de Christo Javasheff denota una cierta impronta surrealista. Al asociarse profesionalmente con su esposa Jeanne-Claude Denat, se convierte en cultor del land art y de ese enrarecimiento del espacio perceptible en el argentino García Uriburu. Javasheff y Denat nos recuerdan que el artista puede destacar libremente el objeto representado. Richard Long (1945) también cultiva el land art , con una connotación ecologista similar a la de Beuys. En Robert Smithson, otro importante cultor del land art , percibimos una cierta intervención territorial del artista. Walter De Maria, cultor del land art y del minimalismo, utiliza el soporte horizontal característico del arte minimalista.
Jenny Holzer (1950) utiliza la técnica de la cartelería publicitaria electrónica para elaborar sus truisms (perogrulladas reproducidas en espacios públicos.

1 Comments:

Blogger DarkAngel said...

Muchisimas gracias, tu blog está fenomenal.
es un resumen de la historia del arte bastante concentrada pero está muy bien, no sabes lo que cuesta encontrar publicaciones de este tipo.

9:48 AM  

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